Ensanche de Vallecas - Cerro de Garabitas (59km ^377m)

Distancia recorrida: 58,28 kilómetros
Altitud min: 30 metros, max: 139 metros
Desnivel acum. subiendo: 377 metros, bajando: 371 metros
Grado de dificultad: Fácil

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Despues de mucho tiempo llegó el día de probar la Otero adaptada para uso por asfalto. El destino es uno que hacia demasiado tiempo que no visitaba: el cerro de Garabitas en la Casa de Campo.

Dos días antes hice una pequeña prueba por el Ensanche antes de aventurarme a hacer una ruta de varios kilometros. Y saqué en conclusión que necesitaba un velocimetro, como otras muchas cosas no le das importancia hasta que te faltan. Llevo un GPS en la muñeca pero el tema de ir viendo la velocidad en el manillar lo veo fundamental para seguir un ritmo.

El recorrido en cuestion era sencillo, desde la puerta de casa en el Ensanche de Vallecas, subir el cerro de Garabitas y volver: 58 km.

Ademas de ser un circuito que me mola tiene la ventaja que la casa de mis padres esta en medio del circuito por si por alguna razon tuviese que entrar en boxes o incluso abandonar el recorrido por motivos técnicos. Recuerdo que la Otero esta muy mayor y son muchos los cambios realizados.

Una vez lubricada la bici me pongo en marcha, el rodar con unos neumaticos de 1,25” slick y un plato de 48 dientes es increible y si a esto le añadimos que la bici no suena nada lo hace indescriptible. Llaneo con una facilidad pasmosa, las rampas que me encuentro parece que hayan mermado y bajo como un tiro.

A mitad de recorrido caigo en la cuenta que a pesar de llevar camara de repuesto no llevo bomba... pero recuerdo que todas mis valvulas son gordas y hay varias gasolineras en el recorrido; sigo sin entender por que se montan las valvulas presta (finas).

La avenida de los Poblados se hace apestosa con la bici sin suspension y la rueda fina, es un continuo sube y baja de bordillos y semaforos hasta llegar a Aluche. En la vuelta vi a varios ciclistas de carretera que iban por el asfalto y yo para la próxima hago lo mismo.

El trayecto es un continuo adelantamiento a bicis de montaña e incluso a alguna bici de carretera.

Ya en la Casa de Campo el rodar por carretera sin coches es impresionante con esta bici, me coloco detrás de 4 bicis de carretera y vamos volando adelantando a decenas de bicis, casualmente se dirigen hacia mi destino así que yo sigo a rueda, empieza la subida a Garabitas y yo como un toro detrás, a mitad de subida reparan en mi presencia; debieron de pensar: un tio con una camiseta sin mangas y una bici de montaña de 20 años no puede seguir nuestro ritmo en la subida hostias.... y se estiraron uno detrás de otro, cambiaron el ritmo y yo dejé de seguirlos cuando veía que me acercaba a mi maxima frecuencia cardiaca.

La Otero si la comparamos con cualquier Mountain Bike en asfalto la barre pero con bicis de carretera es otro cantar, estos cuatro ciclistas llevarían bicis de 8 kilos y posiblemente la Otero pese el doble, las ruedas de 26”x1.25 no son comparables con las que montan las bicis de carretera 28”x1. Y si... esta claro que el que va encima de la bici tiene algo que decir pero en este caso ademas de las ventajas tecnicas los cuatros “gachós” tenian unos gemelos mas fuertes que el aguarras.

Aun así la subida la hice muy decentemente, rellené el bote de agua en la fuente que corona y dirección a casa.

Las sensaciones de la bici son muy buenas, llanear con plato grande es increible la casi ausencia de lastre, notaba como yo sin apenas esfuerzo pasaba a mas de uno con el bofe en la boca; creo que he recuperado la bici para las salidas por asfalto que tanto me gustan; y sobre todo en invierno cuando hay demasido barro es una alternativa buenisima.

Ya tengo en mente varias rutas por carretera, como ir hasta Alcala de Henares pero antes haré el carril bici de San Martin de la Vega para seguir adaptandome, sobre todo las curvas rapidas por que la diferencia de agarre lateral es muy distintas de mis KENDA NAVEGAL de la Trek.